Tanto las Finanzas Descentralizadas (DeFi) como el Metaverso, son una novedad y de gran magnitud en el mundo de la tecnología. De hecho, la segunda apenas está en su fase embrionaria de desarrollo, por lo que pasarán unos cuantos años para que esté madura.
Sin embargo, acá se puede citar un poco la filosofía de Immanuel Kant expresada en su obra Crítica de la Razón Pura: “la cosa en sí» y “la cosa para nosotros». El primero de estos conceptos se trata de algo que existe y puede ser captado por nuestros sentidos (vista, tacto, etc.) El segundo es algo de lo que solo existe la idea, pero no en la realidad.
Para no caer en el nebuloso mundo de la filosofía idealista kantiana, basta decir que muchas tecnologías comienzan como “la cosa para nosotros». No obstante, más tarde se convierten en una”“cosa en sí», aunque esta transición no sea del todo procedente en la filosofía de Kant.
Las ideas de Metaverso y DeFi nacieron por la misma época
Las DeFi y el Metaverso, ciertamente, son una forma tecnológica nueva y apenas en sus primeros pasos. Pese a ello, la idea de ellas tiene unos cuantos años. Así, el término Metaverso nació en la ciencia ficción, específicamente por medio del libro Snow Crash de Neal Stephenson a principios de la década de 1990.
Asimismo, por la misma época, el genio informático estadounidense de origen europeo, Nick Szabo, ya pensaba en los contratos inteligentes por 1994. Es casi 100% improbable que este cibergenio tuviera alguna idea remota de lo que estaba imaginando. Menos probable aún es que Stephenson la tuviera.
Pese a ello, ambos conceptos ahora se materializan (si cabe ese término), y confluyen como prometedores pilares del futuro tecnológico. Según importantes analistas y medios, los contratos inteligentes forman parte de una de las principales fortalezas del Metaverso para funcionar de manera segura y confiable para millones de personas en todo el mundo. La velocidad, seguridad, privacidad y mucho más que puedan hacer los contratos inteligentes de las DeFi con los NFT que muevan, será crucial para el éxito del mundo digital del futuro.
De esta manera, se puede apreciar que las DeFi y el Metaverso forma una sola entidad con miras al futuro. Ahora, el uso de las criptomonedas, tan subestimado por sus detractores, comienza a cobrar forma de manera más nítida.
Ahora sí: las criptomonedas como dinero
Las criptomonedas fueron creadas como un concepto de dinero descentralizado para escapar a la omnipotencia del dinero fiat y lo que ello implicaba. Pero el manejo que se dio a las mismas fue más como un activo financiero y especulativo. Desde entonces, estas monedas no consiguieron la forma de tornarse en su objetivo principal. Como muestra de ello, en los países con mayor comercio de monedas virtuales, es poco común que las mismas se usen como forma de dinero.
Con la primera clarificación de lo que podría ser el Metaverso, las criptomonedas parecen reencontrar su verdadera naturaleza. En consecuencia, dentro de plataformas de Metaverso como Decentraland, las mismas son indispensables para los pagos por productos que son en forma de NFT.
De este modo, las DeFi y el Metaverso, arrancan su camino como dos tecnologías inseparables. Asimismo, lo más probable es que esta realidad continúe en el futuro, lo que implica una necesaria e inminente masificación del uso de las criptos a través del uso dominante del Metaverso en la sociedad.
Separar las actuales y exitosas versiones del Metaverso de los contratos inteligentes creados en las Finanzas Descentralizadas, significaría anular por completo estas plataformas.
