Los tokens no fungibles o NFTs han demostrado tener una amplia similitud con el arte. Ya que, en una gran mayoría de sentidos, pueden ofrecer lo mismo que el arte tradicional. Sin embargo, para que puedan coexistir con las cryptos y el Metaverso, es necesario que puedan garantizar una mayor utilidad que el arte tradicional.
El valor de los NFTs está en el ojo del comprador
Uno de los principales aspectos con los que los NFTs encuentran similitud con el arte tradicional, es que el valor de estos se define por el comprador. Ciertamente, hay factores adicionales, pero si una persona está dispuesta a pagar millones de dólares por un NFT lo hará; como ocurrió con el caso del primer tuit de Jack Dorsey, que se subastó por 2.9 millones.
Sin embargo, a diferencia del arte tradicional, los NFTs no están funcionando como depósito de valor; algo, que sin dudarlo, el arte tradicional puede ofrecer de forma muy eficaz, incluso, puede llegar a generar rendimientos con el pasar de los años. No obstante, esto puede deberse principalmente a la recesión que ha visto el mercado de las criptomonedas; que generó la caída de los NFTs y el Metaverso.
Ahora bien, siguiendo el ejemplo anterior, podemos decir que algunos NFTs nos hacen dudar de nuestra compresión del arte. Ya que, nos han demostrado que, técnicamente, cualquier cosa puede ser arte. Por lo que, al final del día, nosotros mismos somos quienes damos valor a este mercado.
Esto lo hemos visto con obras reales. Un ejemplo lo tenemos con el plátano pegado con cinta adhesiva a la pared de una galería de arte; que estaba valorado en $120.000.
Fondos adquiridos ilícitamente
De la misma forma que ocurre con el arte tradicional, en los NFTs se ha visto como se hacen todo tipo de artimañas financieras con la finalidad de blanquear el dinero sucio.
El arte tradicional es el mejor de los casos para dar un ejemplo. Esto se aprecia mucho en las ventas de obras artísticas o subastas, donde, en ocasiones, no realizan comprobaciones de procedencia de fondos, lo que da cavidad, a que el dinero obtenido de forma ilícita fluya en el mercado con normalidad.
Ciertamente, es una manera de lavar dinero, y principalmente, aquellos que se dedican al soborno son los que utilizan esté método sin levantar la atención de las autoridades. Sin embargo, esto se trata de solo la punta del iceberg, ya que también hay más trucos que hacen con donaciones de arte para recibir dinero, y así evitar pagar impuestos.
También, podemos hablar de un ejemplo más fácil de entender. Es decir, si tienes un wallet fría con tus NFTs; que tienen un precio bastante alto, puedes vender el dispositivo sin necesidad de que el tercero tenga que pagar fees de transacción y sin dejar rastros. Básicamente, no habría inspección, y el Servicio de Impuestos Internos no podrá rastrear la negociación, ya que no habría una transacción que puedan seguir.
Si caemos en cuentas, existe una relación bastante amplia con ambos sectores del arte. Pero claro, esto aplica para los NFTs más costosos, pues aquí es donde se encuentra el grupo de inversores que estaría dispuesto a pagar más por evitar impuestos. Pero para el resto de personas, el mercado es solo arte, y quizás, una buena forma de apoyar a sus creadores de contenido favoritos.
