Web3 y Metaverso no son lo mismo
Conozca la diferencia fundamental entre Web3 y Metaverso:
- Generalmente, la cobertura de estos términos da a entender que son una y la misma cosa. Sin embargo, existe una diferencia fundamental que las separa.
- La Web3 es la evolución de las formas en que se accede a la red, la cual llega con más descentralización y democratización que las dos versiones anteriores. Por ejemplo, la actual Web2 es la dictadura de las grandes firmas tecnológicas.
- El Metaverso, es una tecnología orientada a la interacción social, en la que las personas podrán relacionarse entre ellas y con su entorno en otro plano distinto al real.
Aunque existen importantes afinidades entre la Web3 y el Metaverso, estas tecnologías no se pueden asumir como equivalentes a una de la otra. La cobertura hasta ahora dada a las mismas, podría hacer pensar a muchos que se trata de lo mismo, pero es importante demarcar las diferencias.
Una de las razones, es que ambas comparten tecnologías como la cadena de bloques o Blockchain. En ese sentido, de esto se desprende que muchas de sus funcionalidades sean similares en diversos grados y términos. Por otro lado, existe el hecho de que ambas tecnologías están en pleno proceso de construcción.
De esto último se desprende que algo que no existe, se presta para interpretaciones, especulaciones y tratos superficiales. De tal modo, este contenido pretende demarcar la diferencia más importante entre ambas para hacer notar que estas formas tecnológicas no son lo mismo.
La principal diferencia ente la Web3 y el Metaverso
La Web3 y el Metaverso, son tecnologías que representan un punto de inflexión en el Internet y en la forma de relacionarse de las personas. De este modo, ambas comparten muchas similitudes internas y externas, pero eso no significan que sean lo mismo.
Teniendo esto en cuenta, se puede decir que la Web3 (también llamada Web 3.0), es una evolución de la forma de conectarse al Internet. De allí, que se denomina como la tercera fase de evolución de la red. Las otras fueron la Web1 (auge de la red unidireccional) y la Web2 (aparición de la interacción y redes sociales). La tercera fase, sería una especie de síntesis dialéctica que llevaría los mejores elementos de las dos anteriores hacia el terreno de la descentralización.
En palabras sencillas, esto quiere decir que ahora la interacción y almacenamiento de datos no estará en manos de las empresas poderosas. Como contrapartida, todo esto estaría en manos de las personas por medio de la tecnología descentralizadora de la Blockchain. El papel de las grandes compañías dueñas de los servidores pasaría a un segundo plano y quedaría marginada a las formas Web2 que estarían en vías de extinción para entonces.
De esta manera, se puede apreciar que la Web3 es una evolución hacia una mayor privacidad y descentralización, mientas el Metaverso es más específico. Este es el elemento base de la Web 3.0 y el resto de sus funcionalidades está por verse.
Un mundo digital basado en la Blockchain
En lo que respecta al Metaverso, se puede señalar que es un mundo digital de interacción completamente inmersivo. El mismo comparte con la Web3 los elementos de privacidad, utilidad y descentralización que provee la Blockchain, pero sus funciones irán más allá. Se trata de la opción de hacer vida en forma de avatar, lo que permitirá trabajar, hacer turismo y también operar mercados financieros por medio de una versión digital de la persona. Si quieres conocer más acerca del Metaverso, puedes consultar este enlace.
Otro tanto que no se debe pasar por alto, es que la carrera entre desarrolladores para definir la naturaleza del Metaverso, está en marcha. En otras palabras, empresas como Meta (antigua Facebook), apuestan por crear un mundo digital donde ellos figuren como sus dictadores. Por otro lado, propuestas como Decentraland apuestan, por lo contrario.
De acá se pueden tomar los elementos que marcan la diferencia entre la Web3 y el Metaverso. Una vez más, debe tenerse en mente que se trata de dos tecnologías en pleno proceso de desarrollo, por lo que gran parte de lo que se diga de ellas puede considerarse especulación.
Con respecto a esto último, se destaca que las relaciones entre una y otra y sus naturalezas, podrían cambiar en la medida en que se avanza hacia las mismas. Aunque suene un lugar común, no nos queda otra sino apelar a la desgastada frase: «el tiempo lo dirá».