Inteligencia Artificial

¿Qué son los Sistemas Expertos de la IA?

Incierto conocer el momento exacto del origen la Inteligencia Artificial, pero tal vez una fecha a tener muy en cuenta sería la de 1960: cuando se creó el lenguaje de programación LISP, el primer lenguaje de la IA.

El LISP se caracterizaba por su capacidad de procesar fácilmente listas y el uso de una recursividad como la forma primaria de control de programa.

Pero, ¿qué es un Sistema Experto?

Son programas (software) que imitan el comportamiento de un experto humano. Utilizan la información que suministra el usuario (respuestas) para devolver una opinión sobre una materia: claro que previamente el software ya cuenta con una cantidad ingente de información (datos) sobre la materia en concreto que le hace experto.

Veamos un ejemplo (diálogo):

Experto (máquina/Software): ¿Es verde?

Usuario: No.

Experto: ¿Es rojo?

Usuario: Sí.

Experto: ¿Crece en los árboles?

Usuario: No.

Experto: ¿Crece en una caña?

Usuario: Sí.

Experto: ¿Tiene espinas la caña?

Usuario: Sí.

Experto: Es una frambuesa.

Hemos visto como con cinco preguntas, y sus respectivas cinco respuestas, el Sistema Experto es capaz de llegar a una conclusión. Y, además -gracias a la IA-, el programa tiene la ‘virtud’ de ofrecer de una forma lógica, según las respuestas, un encauzamiento de preguntas que nos llevará hacia una solución o diagnóstico… realiza este hecho de un modo inteligente (ya que al mismo tiempo va desechando otras -cientos o miles- posibles preguntas).

¿Cuáles son las ventajas de un Sistema Experto?

La utilidad se basa principalmente en la eficacia y conveniencia. Y tengamos en cuenta, también, que a diferencia entre un experto humano y una máquina experta, el primero se cansa y la segunda no: por lo que es evidente que el rendimiento de la máquina, o Sistema Experto, siempre será el mismo; y por supuesto, además, que el software está disponible 24 horas al día.

Y sin mencionar la carencia de prejuicios del programa desarrollado en IA -léase con ironía, ya que lo vemos muy a menudo en muchos profesionales no tan humanos con sus pacientes. Por otro lado, también se debe tener en cuenta que un experto humano muere… y con él sus conocimientos se perderán, mientras que el programa siempre albergará sus datos (conocimientos) y pueden ser copiados y exportados a futuras versiones.

Algunos ejemplos de Sistemas Expertos en la práctica, ya de hace unos años…

El MYCIN fue el primer Sistema Experto del mundo, desarrollado en la universidad de Stanford a mitad de los años 70. MYCIN fue diseñado para ayudar a los médicos en el diagnóstico de ciertas enfermedades bacterianas. El problema era, y es, que para un médico resulta difícil diagnosticar todas enfermedades que existen rápidamente y con seguridad: por lo que MYCIN fue de gran ayudar para confirmar los diagnósticos de los médicos.

Otro ejemplo de Sistema Experto viable fue y es PROSPECTOR, creado en 1978. Experto en geología que era capaz de predecir la verosimilitud de que pueden encontrarse depósitos de ciertos minerales en una región particular.

Por último, mencionar, cómo no, el famoso “Doctor”… soft de IA (años 80, funcionaba en MS-DOS) de diagnóstico de enfermedades de todo tipo. Su porcentaje de acierto era un muy elevado, por encima de los profesionales (médicos); curiosamente desapareció de la circulación… no sé con total certeza si desde hace poco tiempo lo han desenterrado (según leí en algún medio generalista) pero creo que sí: aunque solo disponible para los médicos como herramienta de ayuda (pero no accesible a todo el mundo).

Y acabamos ya: por no hacer muy extenso este interesante artículo, en el cual hemos visto un par de ejemplos comerciales (aplicados en la vida real) desde hace varias décadas, la IA no es una cosa que haya aparecido ahora, y también hemos abordado, con leves pinceladas, el cómo la Inteligencia Artificial ponía todo su potencial (deductivo/lógico) al servicio del conocimiento.

Vip Trader

Analista de Mercados Financieros, desde 2006.

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