El lenguaje natural es el cómo nos entendemos los humanos, independientemente del idioma. Y desde los años 60 se nos quiso acercar los ordenadores (computadoras) a nosotros de un modo más amigable. Para ello tenía que desarrollarse un sistema que fuera capaz de interactuar con los usuarios como si fuera entre humanos (máquina y personas): y la Inteligencia Artificial asumió, dentro de la informática, este decisivo papel.
¿Qué es el procesamiento del lenguaje natural?
El procesamiento del lenguaje natural, abreviado normalmente como PLN, intenta hacer a la computadora capaz de entender órdenes escritas (en un principio, después se logró con la palabra hablada) en lenguajes humanos estándar.
Este sistema capaz de interactuar con humanos en su lenguaje es muy útil para temas específicos, dentro de la IA, como los Sistemas Expertos y otros, como los afamados, hoy en día, ChatBoot.
El corazón de cualquier sistema PLN es el analizador. El analizador es la sección del código que lee cada frase, palabra por palabra, para decidir qué es qué. Serían tres analizadores (simplificando mucho):
- Basado en máquina de estados
- El recursivo, descendente de contexto libre
- Analizador desechador de ruido
Desglosemos un poco los tres puntos señalados anteriormente.
El analizador basado en máquina de estados utiliza el estado actual de la frase para predecir qué tipo de palabra puede venir después: ¿nos suena esto cuando escribimos algo en el celular (móvil) y nos va sugiriendo la siguiente palabra? ¿O en las búsquedas de Google y YouTube que nos propone frases sin llevar ni tres palabras escritas? Claro que sí, eso es parte del lenguaje natural desarrollado por la IA, aplicadamente en nuestra actualidad.
Visto este apartado muy someramente, veamos el siguiente: el analizador recursivo descendente...
Consiste en desglosar una frase en varios elementos, y así, sucesivamente, hasta que se descomponga en sus elementos atómicos: nombre, verbo, adjetivo y etc.; y a este proceso, evidentemente, se le llama reglas de producción de la gramática.
Y por resumirlo, muy mucho, diremos que así es como se conforma un tipo de árbol. Este árbol se llama, comúnmente en la IA, árbol del análisis porque representa la forma en que el analizador ve la frase. Sí, como el mejor maestro que tuvimos cuando nos enseñó nuestro idioma: eso es capaz de hacer la IA… desde hace muchas décadas.
Para finalizar otra pincelada sobre el tercer punto señalado anteriormente. Analizadores desechadores de ruido:
Muy interesante este punto, sobre todo si nos lo aplicáramos cada día cuando nos hablan y hablan mucho algunos… y que en su conversación tienen poco o nada que decir.
Básicamente, como el lector ya habrá adivinado e impera la lógica, se trata que el software (IA) se interese solo en unas pocas palabras clave de las que contiene una frase; y no se interese en todas las palabras asociativas que constituyen una lengua. En esencia: sí, solo se interesará (el analizador) en la «información» que contiene la frase.
Por lo tanto, este tipo de analizador, no es más que detectar las palabras que puedan conducir al mensaje en concreto… y lo demás (el ruido), se desecha o aisla, ya que no sirve de mucho más que para una oratoria sonante a perfecta o, en el peor de los casos, pomposa-pedante o vacía (si el orador, en realidad, dice nada en muchas palabras). Quizá deberíamos aprender de la IA.
